Caminé sin rumbo, pero el frio que me acompaño, calo hondo en mis huesos, más que eso, perforo mi alma sacudiendo mis ideas. En blanco me quede, tratando de buscar refugios en otros... Simplemente no soy, no logro encontrarme, por mas que intento me siento vacía. Se que en alguna parte de mi inconciencia tengo razones suficientes para existir, pero la nubocidad me ciega y me vuelve absurda... pregonando actos que ni siquiera yo misma soy capaz de usar en mi.
Busco en los caminos del amor, pero?, si no tengo claridad incluso para eso... que estoy haciendo?... de que depende encontrarme si no soy capaz de ser.
Un día brillo, y soy constelaciones enteras y al otro, mi mente se pierde en un pozo lleno de miedos e incertidumbres, donde flota mi cuerpo abandonado, marcado por las huellas de los años con evidentes marcas de tristezas e inseguridades. Ésta última se sienta por estos días a los pies de mi cama y no me deja coordinar. Estoy poseida por una especie de ambiguedad de acciones y me vuelvo limitada.
Solo sigo aquí, esperando aquel terremoto, capaz de remecerme el aire y florecer nuevamente.
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2 comentarios:
Hermosa de la vida........el estra en la "ambiguedad" es parte de la vida misma, del propio ser humano.Pero me parece maravilloso que lo puedas plasmar en tus lineas y hacerlas parte de muchos de nosotros,que en mas de una ocasión,nos hemos encontrado en la misma situación.Te adoro!!!
esta parte:
de un pozo lleno de tristeza ... con ... marcas de ... inseguridades
me gustó este relato, es parte importante pasar por periodos distintos y tristes sin ellos no se sentiría la felicidad y el bienestar de otros momentos.
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